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Experiencing the Pandemic Away from Home

*for a Spanish translation of this story, see below


A few months ago, the whole world practically stopped due to the COVID-19 pandemic. While this pandemic has caused an economic slowdown and generated negative effects all around the world—GDP fall, massive layoffs, rising unemployment rate, drop in consumption, public health crisis, and so on—people have also been experiencing tough times. These tough times are not only due to the fear of contracting the virus but also because of the anxiety that these unexpected times generate and the fear of the unknown. Latinos living in the United States experience the same anxiety and fear, but there are extra things we are worried about. These fears and anxieties include (but are certainly not limited to) being away from our families and friends, not having the same aid U.S. citizens have access to and a general lack of support from the government. 


My adventure in the U.S. began two years ago when I decided to come to do a master’s in applied economics. Instead of remaining in Colombia, where I am from, however, I decided to further my education in the U.S.  I’d dreamed of this since I was in college, because I knew the quality of education here was outstanding; I also wanted to improve my English. 


My first reaction when I heard about the pandemic was fear. I was (and still am) worried that my family will get sick, and I am too far to be with them, if that happens. As time has gone by, I’m learning to live in the present and stop wondering as much about the future, which has helped me remain calm, despite the fact my family is still in Colombia. 

Anna Shvets from Pexels

As I mentioned before, similar feelings of anxiety and fear have also affected other Latinos. As immigrants, we experience additional stress, due to the fact our families and friends are hundreds, some thousands, miles away. The idea of not being able to physically be there and support them, if something happens, is terrifying. I have talked to friends from Latin American countries who also live in the States, and we all agree about experiencing the similar feelings. Being away from your family and friends is never easy and leads to a feeling of incompleteness, but the presence of a global pandemic happening makes everything even worse. 


Moreover, even though the U.S. government has taken different actions in response to the COVID-19 pandemic, such as the CARES Act (which is intended to provide direct economic assistance for American workers, families, and small business), there is no support or assistance designed for immigrants who are visa holders, like F-1 students. Latinos with this type of visa, living in the U.S. while in school, aren’t receiving any additional support that allows them to continue studying and living away from their original countries. Most of these students depend economically on their families, who may be in their countries struggling to send money to them, because of their incomes being affected due to COVID-19. 


Finally, making the situation even worse, on July 6, Donald Trump’s administration created a policy saying international students enrolled in U.S. colleges and universities for the fall semester who were only going to take online classes, should leave the country immediately. This decision created concern and panic for not just Latino students but all international students. Fortunately, the government had to rescind this policy after a lawsuit from Harvard University and the Massachusetts Institute of Technology, which more than 70 higher other universities and education associations supported. Even though everything now is going back to normal—whatever that now means—for international students, worry remains that something may happen suddenly causing our visas to be revoked or students to be deported. 


Navigating the pandemic has been particularly difficult and has had unique challenges for immigrants, because I (and many like me) have not felt as supported every person in this country should be by the current administration. Right? COVID-19 and its impact has, undoubtedly, proven to be one of the most challenging experiences I have ever experienced. 

 

Unos meses atrás, prácticamente el mundo entero se detuvo debido a la pandemia del COVID-19. Mientras esta pandemia estaba causando una ralentización económica y generando efectos negativos en todo el mundo como la caída del PIB, despidos masivos, incremento de la tasa de desempleo, caída en el consumo, crisis en la salud pública, entre otros; las personas también han experimentado tiempos difíciles, no solamente por el miedo de contraer el virus sino también por la ansiedad que estos tiempos inesperados generan y el miedo de no saber lo que va a pasar en el futuro. Como latinos viviendo en los Estados Unidos, experimentamos la misma ansiedad y miedo, pero tenemos temas adicionales de los qué preocuparnos, como estar lejos de tu familia y amigos, no tener las mismas ayudas a las que los ciudadanos tienen acceso y la falta de soporte por parte del Gobierno.


Mi aventura en los Estados Unidos empezó dos años atrás cuando decidí venir a hacer una Maestría en Economía Aplicada. Sin embargo, en vez de quedarme en Colombia, que es mi país de origen, decidí continuar mis estudios en Estados Unidos. Este era un sueño que tenía desde la Universidad, porque sabía que la calidad educativa aquí era excepcional y además quería mejorar mi nivel de inglés.


La primera reacción que tuve cuando me enteré de la pandemia fue miedo, estaba (y aún estoy) preocupada de que mi familia se enfermara y yo muy lejos para estar con ellos en caso de que eso ocurra. A medida que el tiempo pasa, uno empieza a vivir más en el presente y deja de preguntarse tanto por el futuro, lo que me ha ayudado a mantener la calma a pesar de saber que mi familia está en Colombia.


Como mencionaba anteriormente, los sentimientos de ansiedad y miedo también han afectado a los Latinos, pero como inmigrantes podemos experimentar estrés adicional por el hecho de que nuestras familias y amigos están lejos. La idea de no estar físicamente con ellos y ser un soporte en caso de que algo pase es espantoso. He hablado con varios amigos de Latinoamérica que también viven en Estados Unidos, y todos estamos de acuerdo en experimentar los mismos sentimientos. Creo que estar lejos de tu familia y tus amigos nunca es fácil y hay un constante sentimiento de estar incompleto, pero el hecho de una pandemia global hace las cosas aún peor.


Además, aunque el gobierno de los Estados Unidos haya desarrollado diferentes acciones en respuesta de la pandemia del Coronavirus como el Acto CARES (por sus siglas en inglés) el cual tiene está destinado a proveer asistencia económica directa para trabajadores estadounidenses, familias, y pequeños negocios, no hay ninguna asistencia o soporte diseñado para inmigrantes con visas como el caso de los estudiantes con visa F-1. Entonces, latinos con este tipo de visa quienes están viviendo en Estados Unidos mientras realizan sus estudios no han experimentado ningún tipo de ayuda adicional que les permita continuar estudiando y viviendo lejos de sus países de origen.   Muchos de ellos dependen económicamente de sus familias, quienes deben estar en sus países luchando con el hecho de enviarles dinero como consecuencia de que su fuente de ingresos se haya visto afectada debido al COVID-19.


Finalmente, para hacer la situación aún peor, en Julio 6 la administración del presidente Trump decidió crear una política donde los estudiantes internacionales matriculados para el semestre de otoño en universidades e instituciones educativas en Estados Unidos quienes fueran a tomar solamente clases online deberían dejar el País inmediatamente. Esta situación creó preocupación y pánico no solo para los estudiantes internacionales latinos sino para todos los estudiantes internacionales. Afortunadamente, el Gobierno tuvo que rescindir de esta política debido a una demanda realizada por la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, quienes a su vez fueron apoyados por otras universidades y más de 70 asociaciones de educación superior. Aunque las cosas ya regresaron a la normalidad para los estudiantes internacionales, como yo fui en algún momento, aún existe un temor remanente de que va a pasar algo en cualquier momento causando revocación de visas o deportación de estudiantes.


Entonces, ser inmigrante latina en los Estados Unidos durante la pandemia del COVID-19 no solo me ha traído sentimientos de depresión, ansiedad acerca del futuro y el miedo que todo el mundo ha experimentado. Además de estas consecuencias negativas, también ha sido más difícil por el hecho de estar lejos de mi familia y amigos, y por no sentirme respaldada por el Gobierno, como deberían todas las personas que viven en este país, haciendo de esta una de las experiencias más desafiantes que he vivido.

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